Vocación es llamado. No es un llamado cualquiera; se trata de uno vital, que define la existencia. Invoca la pasión más profunda, que marca un destino y lo define para siempre. La abogacía es una vocación, sin dudas; pero la abogacía del Estado es una vocación por excelencia, mucho más profunda y con rasgos tan particulares, que la hacen única.
Es tanto lo que hacen los más de 6.800 letrados que componen el Cuerpo de Abogados del Estado, que cuesta condensarlo y ponerlo en palabras. Si se presta la debida atención, son la burocracia por excelencia: fundamento y motor de las decisiones públicas que se toman día a día, que permiten que el Estado funcione, pero que funcione [...]
Estamos frente a un fenómeno que se ha expresado con virulencia estos últimos días en Latinoamérica, pero tiene una escala mayor. Es difícil desentrañar las razones, determinar la causa que da origen a ese profundo reacomodamiento de placas tectónicas: es proteico, con movimientos de enturbiamiento de los límites, que dan lugar a efectos de distanciamiento e incomprensión.
Hechos de esta magnitud ponen en cuestión al sistema, lo desafían. Son tan extraordinarios que ponen al límite a las instituciones y obligan a repensarlas, para dar una respuesta. Hay dos modos de encarar el asunto: unos propondrán un cambio radical y otros instarán cambios y ajustes a lo vigente. Unos [...]
Pensar que vivimos con cánones de personas que existieron hace miles de años, incita a reflexionar: es al menos desconcertante cómo un puñado de filósofos, en una polis de pocos habitantes llamada Atenas, crearon los pilares elementales del modo de vida occidental. Casi que todas son notas a pie de página de aquellos grandes pensadores.
Entre las creaciones singulares se destaca la democracia. Ese sistema tan original, es un modo más de resolver el problema de la legitimidad y los dilemas que plantea la sucesión del poder. En un principio fue la ley del más fuerte; se saldó luego la cuestión con el argumento de la sangre (la herencia) y la primogenitura. Hasta que bajo el [...]
Tal vez más que cualquier otra ciencia social, el derecho se vale de la palabra como herramienta para su desarrollo. Para algunos, como ciencia que es, exige una calibrada precisión en sus términos; fundamento y presupuesto de la seguridad jurídica. En el otro extremo, están los que directamente inventan derecho con palabras; una partenogénesis conceptual y a veces hasta institucional, un desafío al principio nihil nuovo sub sole, que la más de las veces desconcierta (salvo al leguleyo, claro, muy cómodo entre sus oscuros términos).
Hay pocas veces, sin embargo, en que esas creaciones lingüísticas, lejos de forzados rebusques son aciertos. Y aciertos mayúsculos. Es el caso del [...]