Estamos frente a un fenómeno que se ha expresado con virulencia estos últimos días en Latinoamérica, pero tiene una escala mayor. Es difícil desentrañar las razones, determinar la causa que da origen a ese profundo reacomodamiento de placas tectónicas: es proteico, con movimientos de enturbiamiento de los límites, que dan lugar a efectos de distanciamiento e incomprensión.
Hechos de esta magnitud ponen en cuestión al sistema, lo desafían. Son tan extraordinarios que ponen al límite a las instituciones y obligan a repensarlas, para dar una respuesta. Hay dos modos de encarar el asunto: unos propondrán un cambio radical y otros instarán cambios y ajustes a lo vigente. Unos [...]