La creatividad suele mirarse con desconfianza. Hasta en el arte, donde se supone debiera expresarse con todo su esplendor. Se trata del status quo, que por definición niega su propia finitud. Si se presta atención, la potencia creadora en cualquier ámbito es la que cuestiona, la que desafía, la que permite estirar los límites y crear así paradigmas que transforman. Ni más ni menos que nuevos puntos de vista.
Dos figuras geométricas expresan la tensión: el círculo y el triángulo. El círculo revela la posibilidad de un solo punto de vista, el centro, la única verdad equidistante de sus lados; se le opone el triángulo, donde los puntos de vista se multiplican a tres; trinidad de verdades, todas posibles; es el símbolo de la tolerancia, de la aceptación de que pueda haber más de una posición valedera.
El derecho por lo general lo aprendemos (y ejercitamos) más desde el círculo que del triángulo. Tal vez por una aplicación mal entendida de nuestra tradición continental europea, prima la repetición lacedemonia de las leyes: de la ley a los hechos, y no de los hechos a la ley. Tal vez el camino debiera ser el inverso…
Dice Deleuze que hay democracia donde hay muchas instituciones (potentia) y pocas leyes (potestas); en regímenes de menos libertad, es exactamente al revés, pocas instituciones y muchas leyes. En el primer caso, un concepto jurídico clave es el de la atipicidad; es el que permite un derecho de potencia creativa y no de ahogo, que se adapta a una realidad cambiante con equidad e inteligencia, y no que se pierde en un respeto asfixiante a la letra fría de la ley. Es la expresión acabada del derecho desde un triángulo, que lo entiende como una ciencia social (y no exacta) que se adapta, sin perder de vista su fin último, que es dar a cada uno lo suyo (Ulpiano).
Los cambios profundos, los culturales, aquellos que nos debemos desde hace largo tiempo, vienen más de la mano de la revalorización de las instituciones que de los cambios constantes de leyes. Ya vimos lo que nos pasó en tiempos de inflación legisferante. Menos círculo y más triángulo.
