Hoy se pone en discusión si hay que volver al congelamiento tarifario. Adoradores de utopías se juntan para que Walt Disney no se levante. En el medio, los médicos siguen operando al paciente, soñando con una recuperación milagrosa, que lleva tiempo y muchas horas de rehabilitación. La cirugía realizada es mayor: el parque de diversiones necesita satisfacer las necesidades de sus visitantes, y para ello necesita concentrar sus esfuerzos en lo que no se ve. Se exige un voto de fe racional. Un voto de fe en que volver paulatinamente a los marcos regulatorios (de gas y electricidad) es un esfuerzo ineludible para combatir la pobreza, para un desarrollo social y económico en base a variables sustentables.
La pobreza energética es un síntoma, y una manera de perpetuar la general – sin calificativos; una garantía de subdesarrollo. Es una manera de hacerle perder a la gente oportunidades que no van a volver (nuestro tiempo es finito). Y es una manera de negarle a las generaciones futuras un disfrute de bienes que tenemos en posesión fiduciaria. No nos podemos gastar todo, a cuenta del sufrimiento de los que vengan. Una molécula de gas que se derrocha hoy en un consumo ineficiente (improductivo), es un masazo al ambiente y al bolsillo de los contribuyentes del mañana (ya que se financiaría con déficit). Lo mismo para el derroche de kilowatts. Y en el marco de una política que se toma en serio las tarifas sociales, con índices de pobreza todavía muy altos, las solicitudes para que aumente la tasa de subsidios indiscriminados (e injustificados) al consumo energético tiene pocas luces (…y no en el sentido de eficiencia energética).
Es por eso que en esta sección tenemos que destacar a esos médicos que están ocupados en la recuperación del paciente. Aquellos abogados del Estado que desde sus atalayas, ya sea el Ministerio de Energía y Minería, el ENARGAS, el ENRE, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Transporte, están defendiendo una política de Estado que trata de que la Argentina pueda lograr recuperarse y desarrollarse cumpliendo las métricas ambientales a las que se comprometió internacionalmente (i.e. Rio, Kioto, Paris, Marrakech, Bonn), modificando su matriz energética para hacerle lugar a energías renovables (i.e. renovAR), intentando capturar las ventajas de un consumo más eficiente(i.e. reemplazando con leds el alumbrado público o sustituyendo bienes de capital por una tecnología superadora, eco-amigable), que evite el derroche energético que contamina, quita recursos y no produce ni crecimiento ni desarrollo social para abandonar condiciones estructurales de pobreza.
Va así nuestro reconocimiento para quienes ayudaron a diseñar los programas y defienden en los tribunales del país la vigencia de las tarifas sociales y las resoluciones con la cual se está recuperando el respeto por el ambiente, los marcos normativos y mejores servicios públicos