Estamos ante una nueva fase de evolución del derecho. En el principio el centro de gravedad fue la propiedad de la Tierra; en el derecho romano pasó a ser el contrato, estupenda creación que permitió que la riqueza circulase con velocidad y certeza. En el orden jurídico actual tienen primacía los derechos abstractos, típica conformación de lo que podría llamarse el “derecho de red”, por referencia a la web, ámbito tan etéreo como real donde aquellos existen, se transfieren y extinguen a una velocidad de vértigo.
Nuestra respuesta ha sido ambigua y anacrónica: cambios de maquillaje de un código decimonónico, un instrumento jurídico de hace más de dos siglos -cuando los cambios [...]